Ayer domingo recorría diversas calles que me traían recuerdos imborrables en donde los congelaba con mi cámara que me acompaña. Lograba revivir cada parte de las que había pasado por momentos de alegrías en donde podía sentir esa frescura primaveras de la felicidad que me alegraba cada día de aquellos tiempos en donde sentía que mi vida tenía mucho sentido. Y ahora mirar esos mismos lugares en donde solamente recorren fantasmas que logran formar siluetas, aparentemente lograba percibir ciertos esquemas juveniles en donde nadie sabe de dónde pueden provenir.
“tuviste tu sueño y ese sueño termino y yo era quien te amaba”
Caminaba mientras miles de personas me miraban cuando pasaban a mí alrededor, en donde yo iba con mis audífonos que no logran pasar desapercibido, a su vez, cantando muy fuerte sin importar que alguien me reprochara mi desprecio por la vida en donde siempre te termina arrebatando lo que más quieres.
No me ha pasado algo bueno últimamente a excepción de unas que otras cosas pasajeras sin importancia y rutinarias, no creo que pasen cosas buenas a su vez, pero tampoco que es bueno recoger los trozos de alegrías que están desparramados por aquellas calles para creer que algún día volveré a ser feliz.
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